lunes, 19 de enero de 2015

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO


Iñigo había pensado acabar con su vida,pero aún no sabía cómo iba a perpetrar aquélla muerte.
Ninguna de las formas descritas en la novela,ni en las págnas de sucesos le parecía digna de mención.Él lo que quería era algo bucólico y que tuviera que ver con su tierra.Morir al fin cuando ya había vivido sus mejores momentos y antes de la decadencia era la mejor opción.Morir joven,guapo y en total plenitud al haber conseguido todo lo que quería en la vida.
Preparó unas cuantas cosas para aquél momento tan especial y arrancó el todoterreno del inmenso chalet en una de las mejores zonas de la ciudad Condal.Directo al bosque pensaba en los veranos en la costa,en las fiestas en aquélla casa y sonrió en una mueca entre socarrona y triste.Ya no había nada qué ganar,qué conseguir ni por lo que batallar.
Todo el material necesario para la recogida de los hongos de temporada y en un rincón destacando entre todas ,aquélla preciosidad sacada de un cuento,roja con aquéllos topos blancos;y tan deseable como mortal.La miró detenidamente antes de darle el primer bocado,pero ya se sabe,la vida y la muerte no son como imaginamos...y su veneno era aún más mortal que el de aquélla pobre amanita que falleció.

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