¿Te has preguntado alguna vez acerca de los destiempos?Callaba y replicaba a la vez cuando ella me hablaba de aquél dolor que aún yo no estaba preparada ni para remover ni para entender del todo. Luego lo entendí y justifiqué muchos de sus actos. A día de hoy el lado oscuro convive con la luminosidad cegadora,despojando de muchas tinieblas. Abandono aquellos malditos mantras que nos hicieron creer que la vida era otra cosa y que llegaría lo mejor y que hicieron tanto daño cuando nada de aquello ocurrió ;caímos en agujeros negros despoblados de luz pensando que si no teníamos esto o aquello y la vida prometida, nada podría ser. Hoy me he visto valiente para algo pequeño que se me hacía demasiado grande,pero sólo porque he dejado que mi voz saliera sin los mantras parapetados que han ido creciendo cada año conmigo, pegándose a mi piel y haciéndome creer cosas que yo no era y que los demás tampoco. Hoy he sentido la necesidad de parar los pies, de alejarme de reproches insanos y de palabras que parecen sentencias al decir " No me conoces y nunca me vas a entender".
En una ocasión yo me comporté así y puede que queden resquicios de aquella niña en la que me convertí tras años de anacrónica madurez siendo de alguna forma la madre de mi madre. Fue extraño pasar de repente a niña desconsolada que siente que lo ha perdido todo y que se convierte en una tira reactiva, no me lo puse nada fácil ni a mí ni a los demás, pero aprendí. Quizás eso sí, a callar demasiado y a aguantar algunas cosas porque no quería volver a fallar.
Por todos los días hoy quizás comprenda más cosas de las que quisiera acerca de cómo perdí aquélla amistad, porque hoy me he visto en el lado opuesto;quizás más cercano al de aquélla chica que iba a otra velocidad y que a veces como me ocurre hoy a mí, necesita a la gente a partes iguales que sus ratos de soledad. Necesitaba tanto de los demás ante la pérdida que no era capaz de darme cuenta. Yo no desapareceré como un vendaval de la vida de mi amiga pero soy consciente que quizás aunque puede que con razón haya abierto la caja de los truenos y ya nada vuelva a ser como antes, quizás le sirva de algo como a mí me sirvió.
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