Aún sigo desenmarañando "La doble vida de las hadas" y ya tengo una idea clara del libro. Hacer que con un relato se te salten las lágrimas y te identifiques como con Reloj de arena, sólo que yo lo veo esos instantes de un pasado como burbujas suspendidas en el tiempo que siguen en otra realidad existente aunque no lo pueda ver.
Pero tras esos momentos de ensoñación y palpable melancolía llega el siguiente en el que te desternillas y la imaginación que se gasta el escritor no tiene precio. No es un libro del que poder decir de qué va porque es una mezcla de todo este universo que a mi me entusiasma tanto;un universo de cerebros trasnochados, hadas que ya no saben cómo volar y que van al super y donde nada es lo que parece hasta la última hoja de cada relato. Si piensas que los que van en papel negro y tinta blanca son los serios y los blancos impresos en tinta negra los tronchantes...nada más lejos de la realidad. Siempre juega como un malabarista de sueños y cuando sopla las letras ellas mueven sus pequeñas pestañas a regañadientes porque quieren conocer el curso del cuento y hasta cuando pone fin te puede confundir también porque todavía puede haber otra vuelta más que te deje un rato pensando y admirando ese ingenio mágico que sólo poseen los que saben que la vida como la tinta ,siempre mancha.
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