miércoles, 15 de octubre de 2014

UN DÍA EN LA PISTA

Es martes, tú me dirás que no, que es el hemisferio de la semana, pero en fin...para algunos los lunes son un precipicio o una montaña empinada que escarpar. A mí no me gustan los martes, así que hoy es martes. Dame palmadas, pues superé los tediosos domingos vacíos sin sol. Hoy se ha entremezclado algo en mi memoria, quizás tu onomástica, quizás estar en sueños con quienes faltan;  y el despertar nublado como mi alma y mi mente me lleva a otra realidad donde estabais todos y donde tengo a la hija o al hijo que nunca tendré. Pero no me quejo, ya no me quejo...me voy. Me voy a otra cosa, ayudar siempre es lo mejor y compartir, al final siempre ellos agradecen mi sonrisa y lo que les puedo ofrecer es una minucia al lado de lo que ellos generan en mí. Lo comprobé una vez y ahora vuelvo de nuevo, aún cuando el sistema te enerva y las soluciones te cansan.
El problema es haber pensado demasiado, pensar en todos e ir a remolque. Pensar en lo que querían, en lo que no querían y lo que resultó o no resultó. Hay mucho que puedo cambiar, otro tanto no quiero.Ya no soy tan dulce ni necesito tantas cosas, pero tampoco soy una amargada desdibujada.
A veces demasiado naif, no lo sé, otras la respuesta que no esperan y sorprende. A mí me da igual ,nada es tan importante ni se puede cortar como papel o una palmera de chocolate.Todo va en el lote y tú también estás en incluido en él. Con todo, sin nada...

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