REFLEXIONES DESDE LORELANDIA

No nos damos cancha, aún no estando convencidos. Todo  va medido:

el tiempo de duelo, el de recuperación tras una ruptura y cualquier situación que nos imaginemos.

Ella me decía que se daba un tiempo para esto y para lo otro; a mí creedme que me encantaría poder decir hasta aquí y pasar página, pero no sé. Eso no quiere decir que estemos recordando a cada instante del día diversos acontecimientos, pero hasta este verano yo no he podido encaja ciertas ausencias, porque no hay manual ni nadie te enseña, los que te faltan. Vas como puedes, continuando con tu vida ,cosiendo tus pedacitos. Eso no quiere decir que no  siga doliendo, pero aprendes y aunque es un hueco imposible de llenar continuar sin que tu vida sea una montaña rusa de emociones es una proeza. Se va la rabia  y los ciclones se van alejando y se marchan a Oz; y poco a poco y vuelve el humor en todas sus formas y colores y a chispazos,aunque  existan fechas para borrar del calendario.

El caso es que a pesar de quedarme sólo familia lejana, me sorprende hasta tener ganas de Navidad. Sí, sí , atípico...pero cuando se ha perdido tanto todo cambia de perspectiva y lo poco o no que te rodea lo aprecias ,pero de verdad.

De nuevo vuelvo a desflorar la cocina y se me llena la cabeza de ideas la mar de sorprendentes y divertidas para volver a invitar a antiguos amigos.

Ya no me asusta  el frío ,ni los nublados ;pues las peores cosas me han pasado bajo el sol abrasador de un verano INTERMINABLE, quizás para mitigar el dolor.

Supongo que me ayuda esconder un poco lo que siento bajo mis vestidos de cuadros, vaqueros y abrigos de colores. Porque ese frío  a veces me cala y a su vez se lleva un poco esas sensaciones que tanto ansío que se  larguen en menos de esos veinte minutos ya contabilizados, pero que vayan cuanto antes mejor. Quizás unos reflejos de colores me ayuden a disiparlos...¿me atreveré?
A lo mejor escondidos y discretos me atreva, no vaya a ser que me quede como la bruja avería ¡y se me fundan los plomos!

Pero lo cierto y concluyente, es que el termómetro y el barómetro de la felicidad para cada uno son distintos, aunque en ocasiones seres raros y extraños ansiemos las mismas cosas. Sólo es cuestión de perspectiva, como en todo. Para ello, nada como mirar de nuevo desde la azotea o desde el edificio más alto de la ciudad.

Esto y trabajar esa felicidad rara y efímera aunque las moscas cojoneras se empeñen en fastidiar tu ratito de lunes al sol.
https://www.youtube.com/watch?v=uNetX-mp5X4&feature=player_embedded
Tristemente puesta en pie,
acaricias con los dedos la esperanza muerta...
la torpeza y la vergüenza de éste año que no fue...
ese año que esperábamos tener.
Y lamentas con miradas...
lo que no se puede ni explicar...
lo que no has guardado...
porque al no ser lo esperado, no quisiste ni archivar.
Ni un sólo momento...ni un segundo odiado...
de éste amor impuro y agotado...
enfermo y delicado...pequeño y despistado...
que se apaga...
Este amor se apaga...como se apagan los impulsos de tu amor...
Como terminan los mensajes qué no mandas...
éste amor....se apaga.

Repetimos los errores...
qué si antes eran grandes, ahora son enormes.
Y lamentamos no tenernos él uno al otro,
y darnos flores, qué nos alivien en un instante,
y cambien todo y nos perdonen...
nuestra falta de cabeza...es peor que la pobreza...
porque no nos ha dejado tener nada...
éste amor se apaga...
como se apagan los latidos de tu amor...
como terminan mis canciones qué no acaban...
éste amor...se apaga....
se apaga...
se apaga...