miércoles, 17 de septiembre de 2014

MI "MONOLOCO"

Me despertó el mismo amor pero distinta lluvia. Ansiaba que llegara, que se llevara tanto dolor de todos estos veranos y años. Aún hará calor, pero será a intervalos, como las cenizas o posos que se han quedado en mí.
Ya está de más el explicar ciertas cosas, que a veces yo no puedo con todo y que ser la que queda de las tres generaciones no es fácil. Lo llevas como puedes, te toca encargarte de todo el papeleo que te remueve ese volcán de cenizas, pero no hay otra. Te asquea la burocracia, el negocio de la muerte y sacas ese humor negro en ese momento para salir a flote. Retomas contactos y envidias que los amigos de mamá aún tienen a sus padres y te ves a punto de cumplir treintaysiete como una niña perdida y huérfana en un mundo hostil y cruel. Pero no importa porque adquirí algunas fortalezas y siempre la bendita imaginación me ha hecho encontrar posibles soluciones a pesar de la desesperanza. Ya no hay momento para volver a la espiral, sino para aspirar el Otoño. De hojas secas,
cumpleaños con ausencias ,música de ascensores y todo lo que me impulsa en ese gran salto en mi cama elástica. Sigo sin encajar, sin identificarme con nada y a los mejores los tengo lejos o ya no están. En muchos aspectos tuve una nueva oportunidad, en otros no, pero me aguanto; aunque no suenen los ecos de la fea resignación. Yo hago todo lo que puedo y olvido a quien no estuvo, me río ante la ya manida pregunta acerca de ahora tener hijos y sonrío al hablar con ella ,la amiga de mamá a la que yo veía a sus diecinueve lo más y hoy es bastante más cría  que yo y se enfada por pequeñeces  cuando no sale el viaje que quiere a la perfección, con su medio siglo a la espalda.
Pero esta temperatura y el olor a tierra mojada ,el café reciente mirando llover y este incipiente clima otoñal me devuelven a otro tiempo y me traen por un instante todo lo que se perdió. Perdura la esencia a través de los años, conservo las recetas de mamá que haré como homenaje y pequeños recuerdos que me reconfortan aunque sea un poquito nada más en ciertos días.
Hoy ,mientras apuro el café y abro una red social que quise eliminar por sobreexplotación y que apenas cuenta con amigos, porque no me gustaba no verles ni tener contacto a través de la pantalla, ya no compensaba. Eso sí, por algo no la cerré, para hoy poder escuchar y leer algunas cosas que me devuelven un poco a la vida, como esa versión de Sr Chinarro y el volver a tener contacto con eslabones que tienen que ver a mamá y que casualidades de la vida...son amigos de Raúl Cimas(por cierto, al que iré a ver esta noche llueva o truene)Así que el mundo es un pañuelo  y no todo es casual¡ Disfrutad de la lluvia  de los soles de Octubre!
 
 
 

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