domingo, 14 de septiembre de 2014

IMPULSO SIESTÓLICO

Hoy me he dormido sin querer. Todo se nubló de repente y los párpados se hicieron cemento.
Corrí con la mente, hice planes y mi cuerpo no me quiso seguir. Llegaban vocecitas risueñas y lúgubres, sarcásticas y misteriosas. Escribe, escribe...decían. Me lo ponían en bandeja ,pero todo pesaba. Me sentía como si fuera una especie de algodón de azúcar , moldeable, blandito y estaba tan relajada que quería seguir así; con el brazo dormido y la cara pegada a mi cojín; pero es en ese momento de duermevela o de desatención cuando me viene de pronto todo lo que ha pasado y soy tan consciente de esa pérdida y ese dolor que siempre apago el interruptor y me voy a hacer algo o a por un café. Café para escribir, café para calmar el dolor. El problema es que las palabras y letras para ese relato o ese comienzo se escaparon por algún filtro en el instante que acallé ese dolor, quizás todavía porque lo tomo en tacitas pequeñas a diferencia de los cafés. 

2 comentarios:

  1. yo hay momentos en que las jodidas musas se presentan en el trabajo, y ahí es que cogo y escribo un borrador, otras veces publico directamente desde el movil... pero es cierto que cada vez me cuesta menos escribir.-.. o será por tiempos......

    ResponderEliminar
  2. Pues algo tengo que hacer porque ya no tengo tanta memoria como antes,se ve que tengo un poco sobrecargado el disco duro jeje

    ResponderEliminar