domingo, 21 de septiembre de 2014

ENTRE DOS TIERRAS

Café con ibuprofeno para aflojar todos los músculos. Me levanto entumecida y con mucho sueño; he quedado con Amadeo para dar una vuelta y tomar una cervecita en el mercado y de paso encontrarnos con los que salían en la marcha con las bicis. Me enteré tarde y como no tenía casco deserté. Al final tantos planes se quedan en el tintero que empieza a ser costumbre. La salida era desde el Puente Romano y no me atrevía a ir con la bici tan dolorida, todo cortado para colmo y él iba a ver a su hija salir, así que he optado por esperar a ver si se encuentra con la troupe y nos vemos en el mercado y le doy un beso al rubiales que desde ayer vive allí prácticamente el pobre, que ya tiene el gorro como parte de su cuerpo casi...En fin, tras el efecto del café y la pastilla que sabe a jabón... he dicho, bah cojo bici hasta el centro y ya veré... pero ha empezado a llover. Así que aquí me veo a medio vestir y sin saber muy bien qué hacer. Voy a  ver si algo hace que me decida porque vaya tela cómo me he levantado...

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