Todo depende de las circunstancias pero pocas veces llevo bien los días de Semana Santa en los que se paraliza todo. Antes sabían a vacaciones ,a torrijas caseras y al miedo que gustaba al ver de lejos a los nazarenos. No sé qué nos figurábamos, pero al ver a los encapuchados y más dependiendo del color que portaran ,apretábamos el paso por si acaso. Luego estaban las carreras con Beatriz,que acababan en sonoras carcajadas al ver quién invitaba al helado. Pero sobre todo ,era dejar unos días las interminables clases y descansar de todas las extras a las que me apuntaba que luego se hacían una bola inmensa interminable al ver la sala de música tan poco atractiva en cuanto salían los primeros rayos de sol. Desde hace años, siempre estos días se multiplican de responsabilidades y de historias poco agradables, así que en cuanto huelo el incienso y escucho los tambores...creedme que un poco me mustio y me entra algo de mala vibra.A lo mejor esto de no creer en nada hace que anhele que pase rapidito sin grandes descalabros y que llegue por fin mi ansiado verano, que aunque descanse pocos días ahora lo veo tan lejano e intocable como un oasis en pleno desierto.
para mi la semana santa es una de las fiestas que más me han gustado desde siempre.... pero ahora por causa del trabajo no la disfruto, solo la trabajo... pero me queda el sabor de las pipas parada en una esquina, esperando una hermandad u otra.... el corretaje para llegar a tiempo de otra más y entre unas y otras, los amigos, mis hermanas y las risas y llantos
ResponderEliminarEs que va en función de cómo la hayas vivido, la tuya no suena mal. Yo la verdad es que si me encuentro algún paso pues mira, pero esto de ir específicamente de pasos como que no me va...Pero pasa eso, que los míos curran mucho o los amigos se van y me aburro jajajjaja
EliminarHace tiempo que solo me huele a torrijas y a dos días sin trabajar.
ResponderEliminarEl resto me importa poco.
Pues disfrútalos y demos la bienvenida a la Hermandad de la Santa Torrija jejje
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