Te estreno sin ganas. Arranco Enero del calendario para observar que ni siquiera ha tenido días que recortar para luego pegar en mi particular mosaico.
Aún así, no pienso acabar en letargo, al final,siempre puedo encontrar una nueva paleta en la que poder mezclar o matizar todo, desde lo más superfluo a lo esencial.
De casualidad y entre destellos ,encuentro a mis compañeros de clase del colegio de mis mejores días. Se hace un silencio y me invade una mezcla extraña entre la risa y el llanto. Es extraño, todo me viene a borbotones y me cuesta darle al pause. Respiro, me detengo y me veo a mí entre columnas jugando a la goma o intercambiando cromos o papel de cartas perfumado. Y...miro. Cada uno me cuenta una historia, pero...¿será verdad lo que reflejan sus caras, sus miradas? Creo que no me equivoco y sé con quien compartiría más de un café y con quién no.
Todas las" niñas bien"hoy son juez ,cirujano o algo similar ; y entre trabajos de responsabilidad tienen una media de tres niños. Aún así ,sus miradas no reflejan cansancio ...sino viajes perfectos a las Seychelles o destinos similares.
El calavera de turno, sigue teniendo la misma pinta pero con una vida formal. Continúo mi viaje y Recuerdo, pinto y decoro. Vagueo, divago...me caigo de sueño, me voy a dormir.
Pero cuando tomo la firme decisión me topo con quien menos espero y no puedo evitar sonreír. Recuerdo su palidez, sus ojeras y los peinados que me hacía. El humor que tan poca gente conocía, la cara B de mi mejor amigo de infancia. Nada que ver con el resto , los años le han sentado genial. Aún puedo ver retazos de lo que fue ,del niño que vive en el adulto de hoy.
Las noticias que me llegaban no eran buenas unos años después de marcharme de la ciudad y sinceramente creí que se perdería por el camino. Verle hoy con esa calma y esa paz me ha hecho sentir algo más de esperanza .En sus ojos el reflejo del alma , la mirada de quien ha llegado a donde quería o a ningún sitio.
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