lunes, 16 de septiembre de 2013

ÉRASE UNA VEZ

Hoy he salido a la calle en busca de un unicornio y aunque al principio ha costado, al final lo he encontrado. Pero ha sucedido sin más, tranquilamente y sin visualizar como en aquél capítulo de Ally McBeal en el que a ella se le aparecía en medio del salón. Un lunes cualquiera de cansancio y ojeras y el más tedioso aburrimiento al que te somete la rutina, también puede ser especial. Al fin y al cabo como ocurre con los sabores, todo son contrastes. Mi unicornio particular no es azul como lo era el de Silvio Rodríguez y es algo despistado y entusiasta, yo le voy a seguir los pasos para ver a dónde me lleva, pues no estoy dispuesta a dejarle escapar ,para una vez que llega a mi vida después de tanto tiempo esperando. Da igual si me lleva a un bosque encantado, a una calle de la Judería, a mi playa preferida o se para en un concierto callejero con olor a metro y sabor a Gran Vía.

2 comentarios:

  1. Sinceramente, seria absurdo no seguirlo, porque, cuantas veces ves pasar un unicornio?

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  2. jajjajajajjaj rara vez y mucho menos sin ni siquiera haber tomado una cerveza...que en estos casos las posibilidades siempre son más !

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