viernes, 16 de agosto de 2013

Sin fecha de caducidad

Nunca tuve muy claro lo que quería hacer o ser en la vida, a lo mejor ese es el problema. En principio iba a ser pianista e hice mis pinitos, luego iba a estudiar Medicina pero para acabar con la indecisión,yo me mareaba con la sangre y me ponía por un corte con un folio blanca como la pared ,así que tuve que desistir. Casi todas las amigas con las que hablo querían casarse y tener hijos...¿ y yo ? Soñaba con compartir piso con Beatriz ,mi prima, y hacer perfumes y cosméticos como dos científicas locas con nuestras gafas y batas manchadas de ciencia y bebiéndonos cada momento.Tras la historia tan convulsa de mis padres a todo el mundo decía que sería soltera toda la vida. Lo cierto es que me lo creía a medias, porque si Rick Astley hubiera aparecido en aquél instante habría sido más que infiel a mi lema de "single forever".El caso es que me miro y en parte no he cambiado aunque dejara la soltería hace unos años y no me fuera a vivir con Beatriz a la que añoro porque la de ahora no tiene nada que ver con su esencia. El caso es que estamos como reprogramados y no podemos salir del patrón en esta sociedad tan absurda, y yo me pregunto...¿y si aún a mi edad quiero volver a ser la pianista o la científica loca? ¿Aún puedo ,o todo tiene fecha de caducidad? El caso es que hoy que mi estado es bastante extraño y mientras pienso en escribirle una carta a todas mis catástrofes creo que aunque a Susan Powell se le vio el plumero hace tiempo,voy a hacer eso de resetear a ver si sirve o no.

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