A RATOS Y ENTRE LÍNEAS

 

Parece que he corrido la maratón...y aún me queda un rato para descansar. Tras una cervecita con una amiga entre risas  en el parque ,una  se da cuenta de que a pesar de conservar  la misma esencia  los cambios de estos dos años son más que  apreciables. Lucas que está ya algo mayor tiraba con una fuerza que hacía tiempo que no veía y creo que los dos hemos llegado a casa algo más alegres, yo más con las cervezas. A veces, no lo sé si tiene que pasar por algo o no...pero cuando ocurren ciertas cosas uno se vuelve mucho más valiente y le resta total importancia a casi todo y quizás eso me ha separado de algunas personas porque cuando ves lo volátiles que son las cosas no te aferras tanto a algo ni ves problemas en ciertas cosas que a mí me hacen desternillarme, pues ojalá y tuviera uno de esos problemas que en un plis con espada y armadura le hago trizas.

Es más creo que cuando quiero me hago invisible y mira que no soy yo muy pequeña y la melena revoltosa me delata, pero el viernes me concentré y lo conseguí. Ver y no ser vista e imaginar mil y una historias de cada personaje que me iba encontrando por la calle en mi peculiar Shopping Night. Por las calles...gente peripuesta , graduaciones y yo fundida entre la multitud con mi vestido rojo y la bata del trabajo colgada del bolso y aún oliendo a plantas. Fue divertido y es que decidí hacerme ligera y efímera como mis horas de salida, puede ser que por eso lo consiguiera.

Por cierto lo que más disfruté fue la batukada y los estilismos imposibles de algunas chicas que apenas se tenían en pie con semejantes andamios en los pies.

A falta de amor esa noche fresquita de Junio, yo ,el viernes decidí enrollarme con la ciudad.