martes, 23 de abril de 2013


DESNUDANDO UNAS HORAS SIN TREGUA

No me gusta mi nombre en estos momentos. Me gustaría ser el reflejo de lo que anhelo ,o al menos que él fuera el significado de una lucha sin disidentes.
Ya se acerca, me dice una estúpida neurona despoblada de toda conexión: Sí, lo sé, le contestó con una fulminante mirada que si llevara rayos láser traspasaría los nauseabundos corazones que voy encontrando por este submundo.
Ya llega esa hora absurda donde todo y nada es posible, donde las noticias te llegan o no dependiendo de un nivel de atención que tratas de enfatizar a base de café aspirando el humo del último cigarro que queda, del último cartucho por quemar antes de sucumbir a la tragedia, antes de dejarte arrastrar a la deriva cuando apenas te quedan fuerzas para nadar. Pues sí,es esa hora donde no cesan los alaridos y en la que se me enfría el café mientras mis zapatos cuelgan de la oreja del viejo sofá ,mientras quiero soñar con los dos y no me dejan...mientras quiero poner rumbo a un verano sin fin vestida de cualquier modo nadando en tu oscuridad...pintando un nuevo horizonte, aprendiendo a quitar los alambres que hirieron tus brazos , mis manos, las de ella. Pero es esa maldita hora, ni maga ni bruja...simplemente mezquina ,en la que me sacan de mi maravilloso letargo y de esa ansiada ensoñación donde acaricio con las yemas de mis ojos las olas de un mar casi en calma, o donde paseo por las Ramblas en busca del autor que me entrega al quitarse un sombrero de copa  un nuevo destino; sin paradas, sin andenes y sin caminos de doble sentido. Mi libro de tapas verdes con hojas en blanco y mi nombre escrito en letras doradas.
Acaricio cada letra recreándome en mi nuevo nombre ,que empieza como el mío, pero con un significado imposible de mejorar...LIBERTAD.

No hay comentarios:

Publicar un comentario