En un momento en el que tengo tantos frentes abiertos...se hace difícil soñar. Aún así, lo sigo intentando cada mañana cuando me despierto y continúo con esa lucha constante interior aunque hay días que la balanza se cae y se desequilibra todo por completo. Sólo puedo arañar instantes y si son buenos sujetarlos con fuerza para que duren lo máximo posible o al menos en mi memoria para que me den las fuerzas suficientes para continuar.
Hoy no miro más allá de mañana y ya imagino y saboreo ese momento en que estaré con un buen par de zapatillas y probablemente con mis dos coletas escuchando en directo de nuevo "Domingo Astromántico" por ejemplo,o cualquier otra, pero esos momentos me hacen sentir que estoy viva y no dormida como a veces ocurre inevitablemente.
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