VIDA Y MUERTE
Y al final, no sé si fue mi maltrecho corazón o mis ojos hipersensibles a la luz, pero lo vi con claridad. Con la nitidez de una lupa a pesar de la intensa lluvia o el viento. No necesité ver auroras boreales, ni árboles centenarios, ni pájaros de colores exóticos.
La nada se cernía sobre todo haciendo bolas de papel con el viento y bajo mis pies pequeños remolinos de polvo y cenizas me hacían perder el equilibrio; aún así me sostuve en pie ante los vaivenes y tuve ese momento certero no sé si cercano a la vida o la muerte donde saboreé el color de la esperanza ,fuera a donde fuera y estuviera donde estuviera. Vacié mis bolsillos de arena y sal y de todo material...y me dejé arrastrar por la magia y el amor a todo lo real y lo real, a todo lo pagano y a todo lo divino. Y decidí querer a pesar de todo, a ti que siempre estabas y a los demás que no me entendían porque no sabían o porque no podían.
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