domingo, 31 de marzo de 2013


SUEÑOS CIRCULARES

Marcos se sentó en el alféizar de la ventana a contemplar la cortina de lluvia  mientras veía como todos sus sueños se habían ido evaporando uno a uno, o al menos eso sintió en aquél momento.
La ciudad a sus pies no le sonreía, y nada parecía tener ya música para él. Cuando más necesitaba  a los demás, más lejos estaban y más solo se sentía ,y cuando el mundo sobraba entre Paula y él ,todos los esqueletos venían  a pedirle favores y revoloteaban a su alrededor bailando al sol que más calienta.
Paula se había marchado hacía días, pero aunque fuera algo temporal, en aquél momento sintió el sabor de la ruptura hundiéndose en su blanco cuello como el filo de un cuchillo, que antes era de plástico y ahora estaba hecho del más frío metal.
Miró hacia el horizonte desde la terraza del hospital mientras apuraba un último cigarrillo y dejaba caer por su garganta gota a gota lo que  quedaba de la botella de whisky que le había traído Quim.
El líquido dorado diluyó algo sus pensamientos y trató de borrar la sonrisa a medias de su amigo, al saber que la cosa era más seria de lo que pensaban. Aún así, Marcos decidió dejar los sueños evaporados y trató de aferrarse a una última esperanza, al fin y al cabo si las cosas salían mal en la operación todo habría terminado y bien mirado... de una forma indolora e incolora, como el agua de la lluvia que arrasaba con la carretera que tantas veces había surcado junto a Paula rumbo al sol .

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