sábado, 2 de marzo de 2013

Noches bohemias apurando en cada esquina el sabor de otros tiempos con el Teatro Español de fondo y en pleno corazón del Barrio de Las Letras; donde Cervantes ocupó un espacio, Lope convivió con su genialidad y en los muros de iglesias y casas con historia quedan resquicios de la peculiar relación entre Góngora y Quevedo.Si me olvido de algo seguiré escribiendo a través de estas calles y este recorrido que me marcó.Las calles pintadas con fragmentos de obras de estos genios y la floristería cual mágico jardín de esa iglesia de una calle olvidada con tanto misterio e historia cuyo nombre hoy apenas recuerdo,y que podría ser el paisaje de una de las obras de Ruiz Zafón.
 ¿Cómo escapar a esta magia? Imposible...Santa Ana se guarda coronada por edificios inverosímiles;  el  hotel Me Madrid que le da cierto aire de modernidad sin romper el entorno con edificios del siglo XVII, al igual que se  funden turistas con escritores y la Cervecería Alemana con rescoldos de lo que fueron las corralas, si miramos a través de la burbuja del tiempo.Todo unido y solapado...y si se me olvida algo,regresaré a fundir ese tiempo de toreros en el hotel Victoria Eugenia y de escritores derrotados , de Borbones de otros tiempos con los de hoy.Todo es distinto,nada es igual... pero en esa fusión y esa historia de tiempos remotos en la calle Huertas o la Plaza del Ángel ...es ese contraste y esa fusión tan palpable  la que me anima a viajar a otros mundos...tal vez mejores,tal vez peores...y a veces ante tanta magia y belleza  empiezo a ser víctima del síndrome de Stendhal.

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