jueves, 31 de enero de 2013

  • Seis de la mañana y el viento sopla brutal como si anunciara algo. Allí está él ,esperando una señal ,en la azotea del piso 23.Veintitrés son las horas  que le separan  del andén de la vieja estación y aún se pierde  en los siseos que no aciertan por qué ha vuelto al lugar.No sabe por qué pero debe reencontrarse  con ella,quizás se trate de saldar una deuda,o sólo sea nostalgia...ella tiene la respuesta.Frota sus ojos con aire cansado mientras parece sostener sobre sí el peso del mundo,al que ya no comprende,el que ya no le importa.
  • Primera mirada y como un destello aparece ella .Parece risueña pero se muestra a la par insondable y atemporal ,quizás divertida ...sólo una extraña mueca que no acierta a descifrar se dibuja en su rostro  cuando sopla con más fuerza ese viento.Viento de levante que arrasa con todo, quizás fue él el que le atrajo hacia allí de nuevo, pues nunca hubo un adiós. Cada callejuela,cada rincón que atravesaron  sus pies se reabre ante sus ojos y ella,la ciudad,es su guía. Aún se pregunta qué es lo que quiere  de él ,por qué le ha citado pero está tan cansado que se deja arrastrar. Veintitrés  son los años que llevan sin verse y ella está como cuando la dejó...con sus pequeñas plazas rodeadas de palmeras,con la pequeña playa del casco viejo y el puerto.Cierra los ojos y un escalofrío le recorre todo el cuerpo traspasando cada una de sus fibras y de pronto se siente de papel.Sabe lo que ella quiere y le hace estremecer.Ella hecha de viento,variable,cambiante...como un molino sin aspas,como una carpa de lona inmersa en un día de viento.Sola,loca esperando la llegada de él tras su larga ausencia.
  • Él un títere más.De nuevo empieza a contar,veintitrés  pasos,veinte segundos ,tres profundas respiraciones y se deja caer  en el sueño más profundo.

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